viernes, 7 de septiembre de 2012

Londres: las Camden Catacombs, el otro secreto goth

Primera entrada desde tierras londinenses. La pérfida Albión no es tan fiera como la pintan, y su capital esconde mil secretos rincones. Hoy pretendo hablarles de uno de ellos.


El barrio de Camden, en la zona norte de la ciudad, es conocido por su animado mercado y, en mi caso, por ser (tiempo ha, pues la cosa ha decaído y el lugar se ha vuelto más bien blanco del turisteo en general) la meca a la que todo gótico debía peregrinar al menos una vez en la vida para aprovisionarse. Y para ver y ser visto, claro.
Marilyn Manson en Camden...
¿aprovisionándose?

Pero las hordas de guiris que invaden la zona pasan por alto algo que acecha en el subsuelo. Y no me refiero al vapor del metro, ni a entrañables cucarachas tamaño hemisferio meridional. No. Me refiero a las 'catacumbas de Camden'. Contengan la respiración, todo el párrafo ha sido muy efectista. 

La publicidad engañosa no es nueva en este blog. Pero, en este caso, son los londinenses quienes se encargan. Y es que, a pesar de gozar de ese siniestro nombre, la finalidad de los mencionados (y olvidados) pasadizos en lo más profundo de Camden no era funeraria. Vamos, que de catacumbas ná. Propiedad de British Railways, servían para albergar a los caballos y ponies que la compañía ferroviaria empleaba. Época victoriana a toperl. 

En fin: parte de estos túneles se hallan bajo el frecuentadísimo mercado de Camden (Camden Lock Market) mismo, y también conectaban, en origen, con los sótanos de algunos almacenes de la zona. Yo no digo nada, pero suena todo muy turbio... Cosa que, por otra parte, hace de este tema algo totalmente idóneo para gozar de un poquito de espacio por estos pagos. Vaya todo esto sin menoscabo, por supuesto, de mi perfecta salud mental. Sigamos.


Independientemente de su función, el nombre de "catacumbas" queda justificado por lo poco cálido y alegre del lugar (aunque ya sé que el rollo loft es el colmo de la repera para algunos). Creo sinceramente que la Cámara de Turismo brit debería intentar relanzar Camden como lugar de peregrinaje oscurillo. En Viena, por ejemplo, lo de sacar partido al alcantarillado ha funcionado: los frikis más frikérrimos de El tercer hombre lo visitan con regocijo para rememorar sus secuencias favoritas.


Perfecto para un paseo en barca.
Las 'Catacumbas de Camden' disponen también de su propio canal-charquera, también la mar de acogedora y lovecraftiana, como pueden ver en la imagen que se adjunta. Anyway: insto desde aquí a las autoridades londinenses a echarle iniciativa al asunto. Si ya tienen el Museo de los Horrores, el de Madame Tussauds y el de Jack el Destripador, con esto ya redondean el paquete turístico para paladares finos. 

Esta entrada ha sido corta y probablemente producto de delirios a altas horas de la madrugada en sagrado suelo británico (recuerden, un poquito al oeste del continente aislado). Pero quedo contenta con la mezcla. Londres, góticos, Marylin Manson, Orson Welles, Viena, alcantarillas y cosas subterráneas y churretosas. Lo mejorcito de la vida. 

Como siempre, espero que hayan disfrutado. Gracias y hasta la próxima.