sábado, 28 de julio de 2012

Mitología china: Sun Wukong y "Viaje al Oeste"


Hoy nos toca un poco de mitología asiática. Ayer estuve con una amiga china ante unas montañas austríacas conocidas como los Cinco Dedos, nombre que le recordó a un episodio puntual dentro de cierta leyenda, que yo no conocía y que me ha parecido interesante incluir aquí. 

Sun Wukong, o el Rey Mono, es el protagonista de la novela épica Viaje al Oeste, clásico de la literatura china basado en narraciones que se remontan a la época de la dinastía Tang (618-907). La obra describe el periplo de este personaje, junto a varios compañeros, para recuperar los sutras budistas de la India. Precisamente hindú es el origen que algunos atribuyen a este mono mitológico, relacionándolo con Hanuman, el héroe mono del Ramayana (el cual me parece adorable desde que vi Sita Sings the Blues).

Sun Wukong en una edición ilustrada de "Viaje al Oeste". Siglo XIX.


Sun Wukong, dice la leyenda, poseía una fuerza increíble, por lo que manejaba su bastón mágico de más de ocho toneladas* con gran facilidad. Virtuoso luchador, podía moverse a gran velocidad, transmutarse y transformar sus cabellos en animales y objetos. También conocía hechizos para dirigir el viento, separar las aguas, conjurar círculos protectores o congelar hombres, demonios y deidades. 

Nuestro simiesco amigo nació de una piedra mítica en la Montaña de las Flores y la Fruta. Tras unirse a un clan de su especie, se ganó su respeto al descubrir la Cueva de la Cortina de Agua tras una enorme catarata. El clan hizo del lugar su hogar y honró a Wukong como a su rey. Pero una tarde su mejor amigo, ya viejo, cayó muerto en el risco de una montaña. Fue entonces cuando Wukong comprendió que, pese a su poder, también él algún día habría de sufrir la muerte. Decidido a lograr la inmortalidad, se dispuso a viajar, lo que hizo hasta encontrar al maestro Bodhi, de quien se hizo discípulo. Bodhi le enseñó el habla y las costumbres humanas. Aunque al principio había tenido sus reservas, pronto le impresionó la gran determinación del simio. Fue él quien le bautizó como Sun Wukong: 'Sun' hace alusión a su origen como mono, y 'Wukong' significa 'consciente del vacío'. 

Pronto, la avidez e inteligencia del mono le hicieron uno de los discípulos favoritos de Bodhi, quien le enseñó las artes de la transformación, la transmutación, el desplazamiento ultrarrápido y conjuros diversos. Orgulloso de sus destrezas, Sun Wukong hizo un día una demostración de éstas ante sus compañeros. El revuelo organizado ante tal exhibición distrajo al maestro Bodhi, que, al enterarse de la soberbia de su alumno, se enojó y lo echó de su templo. 

En búsqueda de un arma digna de él, Sun Wukong viajó entonces a los océanos, y fue allí donde obtuvo su bastón mágico. Además, derrotó a los dragones de los cuatro mares y recibió como trofeo objetos igualmente dotados de poderes, como unas botas que permitían caminar por las nubes. El mono desafió después a las deidades del Infierno cuando éstas trataron llevarse su alma: en lugar de reencarnarse como los demás seres vivos, tachó su nombre del “Libro de la Vida y la Muerte” y raspó en él los nombres de todos los monos (tras lo cual seguramente diría algo así como epic owned).

Los Reyes Dragón y los Reyes del Infierno decidieron denunciarlo, ante tales excesos, ante el Emperador de Jade. Éste, esperando que dádivas y títulos lo apaciguaran, invitó a Sun Wukong al Reino Celestial, pero fue en vano. Después de ser excluido de un banquete, el simio devoró los Melocotones de Inmortalidad pertenecientes a la Emperatriz, así como las Píldoras de Indestructibilidad que pertenecían a un tal Señor Laozi. Como consecuencia, las autoridades celestiales no tuvieron más opción que tratar de subyugarlo.

Sin embargo, el mono venció varias veces, incluso a un ejército celestial de cien mil soldados, que no es moco de pavo. Pero finalmente, con el esfuerzo de muchas deidades, fue capturado. El problema era que el mono no era bicho fácil de matar: tras varios intentos de ejecución fallidos, se le encerró por último en un caldero de gran poder, esperando que fuera consumido y destilado en un licor por sus llamas... pero tras casi cincuenta días de cocción, el caldero explotó y el molesto simio salió de él más fuerte que nunca, y con la nueva habilidad de "ver" la maldad en cualquier forma a través de sus ojos. Don't fuck with Chuck.

Desesperados, el Emperador y las autoridades del Cielo apelaron entonces al Buda mismo. Éste apostó a Sun Wukong que no podría escapar de la palma de su mano. El mono, que se sabía capaz de cubrir miles de kilómetros en un solo salto, aceptó la apuesta. Así, dio un gran brinco y aterrizó en un paraje desolado: nada había en el horizonte a excepción de cinco pilares, por lo que asumió haber llegado a los límites del Cielo. Para probar que había estado ahí, escribió su nombre en uno de ellos, y marcó el lugar con su orina (estamos hablando de un mono, recuerdo). 

Después, Sun saltó de regreso y aterrizó sobre la palma de Buda. Sonriendo, éste le sugirió que se girara. El mono lo hizo y vio que el "pilar" sobre el cual había escrito era un dedo de Buda: había perdido la apuesta. En fin, al menos había llegado a hacer sus necesidades en la mano de Buda, que tampoco está tan mal...

Inmediatamente, el simio trató de escapar, pero Buda volteó su palma y le hizo caer bajo una montaña. Ahí permaneció el Rey Mono prisionero por cinco siglos, hasta que se ofreció a servir a Xuanzang el monje, quien se disponía a hacer un viaje 'al Oeste' (a la India) para recuperar las escrituras budistas para China. 

Estatua de Xuanzang en la Gran Pagoda del Ganso Salvaje (Xi'an, China).


Durante el resto de la historia, Sun Wukong ayuda fielmente al santo varón, que, visto el historial delictivo del monito, debía ser antepasado del tipo de Hermano Mayor. A la expedición se irán incorporando un cerdo (Zhu Bajie) y el llamado Monje de Arena (Sha Wujing), a los que se les ordena seguir a Xuanzang para redimir sus crímenes. El grupo se enfrenta a más de ochenta conflictos antes de regresar a salvo al Imperio Tang con su misión cumplida. Apuesto a que tanta trama daría para todos los rellenos de Naruto. 

Sun Wukong en la cultura sino-japonesa... y más.

El festival de Sun Wukong se celebra el octavo mes lunar en el calendario chino, e incluye recreaciones de sus juicios, como caminar sobre carbón encendido o subir escaleras llenas de cuchillos (yuju).

El mismo Mao (hombre campechano) usó a Sun Wukong a menudo durante su mandato como ejemplo de comportamiento, elogiando su “temeridad de pensamiento, capacidad de trabajo, concentración en el objetivo”.

Por su parte, como quizá los que hayan crecido con Dragon Ball sepan o sospechen ya, Son Goku está parcialmente basado en Sun Wukong. Es más: Son Goku es la pronunciación nipona del nombre del personaje chino. A su vez, elementos inspirados en la historia del Rey Mono aparecen también en manganimes como Inuyasha, Naruto, Shin Chan, Love Hina o Shaman King, en películas (por ejemplo, The Forbidden Kingdom, con Jet Li y Jackie Chan) y en videojuegos (caso de League of Legends; gracias a Daniel por el apunte). Por ejemplo, Infernape (en japonés Goukazaru), un pokémon de la cuarta generación, está inspirado también en este personaje.



La verdad es que yo me quedé en Pokémon Cristal...

Parece suficientemente probada la importancia de esta leyenda para la cultura del Extremo Oriente. Sin embargo, hay grandes historias que merecen dar el salto a la universalidad, y éste podría ser el caso de "Viaje al Oeste". Al menos, eso es lo que parecía según se vino especulando a mediados de 2011: nada más y nada menos que Neil Gaiman, con el asesoramiento técnico de James Cameron y la financiación de un multimillonario productor chino, iba a ser el encargado de escribir una adaptación de la epopeya del Rey Mono para la gran pantalla (se llegó a hablar hasta de una trilogía). 

El mismo Gaiman confirmó entonces los rumores en su blog personal, pero, al menos hasta donde sabemos a fecha de escribir estas líneas, el proyecto permanece en punto muerto. Esperaremos, ¿verdad?
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

*El Ruyi Jingu Bang es un bastón mágico que puede cambiar de tamaño según el deseo de su dueño. Usado en la construcción de la Vía Láctea, Wukong lo consigue del palacio submarino del Rey Dragón. Son Goku, basado en Sun Wukong, posee un bastón muy similar, llamado Nyoibo. El objeto también aparece en Naruto, como técnica de invocación personal de uno de los Hokage.

3 comentarios:

Daniel dijo...

También en el League of Legends

http://na.leagueoflegends.com/champions/62/wukong_the_monkey_king

Daniel dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Coda dijo...

Lo añado al post. ¡Gracias! :)